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chiloe y las islas chonos

he visto a un hombre que llevaba a cuestas un saco de carbón vegetal para comprar con él algunas cosillas de poco fuste, y a otro cargado con una tabla que pensaba cambiar por una botella de vino. De ahí que todos los hombres deban ser a la vez comerciantes y negociar los artículos que adquieren a cambio de otros.


24 de noviembre.—Enviáronse la yola y el bote ballenero, al mando de Mr. Sulivan (ahora capitán), a estudiar la costa oriental o fronteriza a la costa de Chiloe, y con órdenes de encontrar al Beagle en la extremidad sur de la isla, dando al efecto la vuelta por la parte exterior, de modo que circunnavegase el conjunto. Acompañé a los expedicionarios; pero en lugar de ir en los botes, el primer día alquilé caballos que me llevaron a Chacao, en la extremidad norte de la isla. El camino seguía la dirección de la costa, cruzando de cuando en cuando promontorios cubiertos de magníficos bosques. En estos trayectos sombríos es absolutamente necesario que el camino se halle guarnecido de una especie de entarimado, hecho de troncos escuadrados y puestos unos junto a otros. Como los rayos del Sol no penetran nunca en el follaje, siempre verde, el piso está tan blando y resbaladizo que, a no ser por dicha capa de madera, ni hombres ni cabalgaduras podrían caminar. Llegué a la aldea de Chacao poco después de haber sido armadas las tiendas pertenecientes a los botes, con el fin de pernoctar.

El terreno de las cercanías ha sido desmontado extensamente, y la selva contiene sitios retirados extraordinariamente pintorescos. Chacao fué en otro tiempo el puerto principal de la isla; pero en vista de que se perdían muchos navíos, a causa de las peligrosas corrientes y rocas de los estrechos, el gobierno español quemó la iglesia, y arbitrariamente obligó al mayor número de habitantes a emigrar a San Carlos.