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tahiti y nueva zelandia

ber: que después de las sangrientas batallas de los antiguos tiempos, los supervivientes del bando vencido se retiraran al interior de las montañas, donde un puñado de hombres podía resistir a una numerosa multitud. Ciertamente, media docena de combatientes, en algunos sitios retirados de Tahiti, hubieran podido fácilmente rechazar la embestida de millares. El segundo hecho es que después de haberse predicado el cristianismo había en esta isla salvajes ocultos en las montañas, cuyos escondrijos eran desconocidos de los habitantes más civilizados.


20 de noviembre.—Por la mañana partimos temprano, y alcanzamos Matavai al mediodía. En el camino encontramos a un gran grupo de hombres atléticos, que iban a recoger bananas silvestres. Allí supe que el barco, por causa de la dificultad de hacer aguada, se había trasladado al puerto de Papawa, adonde me encaminé inmediatamente. Es éste un sitio delicioso. El abra está rodeada de arrecifes, y el agua es tan tranquila como la de un lago. El terreno cultivado, con sus bellas producciones y sus casas rústicas esparcidas aquí y allá, desciende hasta el borde del agua.

Por los diversos relatos que había leído antes de arribar a estas islas, sentía vivos deseos de formar juicio personal y directo sobre su estado moral, aunque tal juicio hubiera de resultar forzosamente incompleto. En todos los casos, las primeras impresiones dependen mucho de las ideas previamente adquiridas. Había tomado esas ideas de las Polynesian Researches, de Ellis, trabajo admirable e interesantísimo, pero de criterio demasiado benévolo y optimista; otras dos obras consultadas fueron el Viaje de Beechey y el de Kotzebue, que impugna vigorosamente todo el sistema de las misiones. El que coteje estos tres relatos formará, a mi juicio, un concepto bastante exacto del estado presente de Tahiti. Una de las impresiones que saqué

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