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archipiélago de los galápagos

cia, pues además de las frecuentes visitas hechas por los barcos, esas islas han estado a intervalos colonizadas durante largos períodos. Aun antiguamente, cuando todas las aves eran tan mansas, fué imposible, según refiere Pernety, matar el cisne de cuello negro, ave de paso, que probablemente llevó consigo la prudencia aprendida en países extranjeros.

Puedo añadir que, al decir de Du Bois, todas las aves de la isla Borbón en 1571-72, con la excepción de flamencos y gansos, eran tan extremadamente mansas, que podían cogerse con la mano o matarse a palos tantas como se quisieran. Además, en Tristán de Acunha, en el Atlántico, Carmichael [1] afirma que sólo dos aves de tierra, un tordo y una calandria, eran «tan mansos que se dejaban coger con una red de mano». De estos varios hechos podemos, a lo que creo, concluir, en primer lugar, que la esquivez de las aves con respecto al hombre es un instinto particular dirigido contra él, y que no depende, en general, de las precauciones sugeridas por otras fuentes de peligro; y en segundo lugar, que las aves, individualmente consideradas, no lo adquieren en breve tiempo por más que se las persiga, si bien llega a ser hereditario en el curso de sucesivas generaciones. En los animales domesticados tenemos costumbre de ver nuevos hábitos


  1. Linnean Transactions, vol. XII, pág. 496. El hecho más anómalo que he encontrado sobre este asunto es la esquivez de las aves pequeñas en las regiones árticas de Norteamérica (según las describe Richardson, Fauna Bore., vol. II, pág. 332), donde se dice que nunca son perseguidas. Lo cual es tanto más de extrañar cuanto más en oposición con esa esquivez se halla la mansedumbre de las mismas especies en los parajes donde invernan en los Estados Unidos. Hay muchas cosas inexplicables en lo concerniente a lo más o menos ariscas y recelosas que se muestran las aves en ocultar sus nidos, como el Dr. Richardson observa acertadamente. ¡Cuán extraño es que la paloma torcaz inglesa, generalmente tan esquiva, anide y críe en arbustos cercanos a las casas!