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cap.
darwin: viaje del «beagle»

cubiertos de tejas, esta ciudad me recordó Santa Cruz de Tenerife. En dirección Nordeste aparecen magníficos paisajes andinos; pero la magnitud de las montañas de los Andes se aprecia mejor desde las alturas próximas, porque desde ellas se ve fácilmente la gran distancia a que están situadas. El volcán de Aconcagua es singularmente magnificente. Esta soberbia mole, de forma irregularmente cónica, tiene una elevación mayor que el Chimborazo; pero, según las mediciones efectuadas por los oficiales en el Beagle, su altura se acerca a 6.900 metros [1]. Sin embargo, la Cordillera, vista desde este punto, debe la mayor parte de su belleza a las peculiares condiciones de la atmósfera. Cuando el Sol se ponía en el Pacífico era admirable observar la limpidez de su aserrada silueta y la variedad y delicadeza de sus tonalidades de color.

Tuve la fortuna de hallar establecido aquí a Mr. Ricardo Corfield, antiguo amigo y compañero de colegio, de cuya obsequiosa hospitalidad estoy agradecidísimo, por haberme procurado el más agradable hospedaje durante la permanencia del Beagle en Chile. Los alrededores inmediatos de Valparaíso no son muy productivos para el naturalista. Durante el largo verano, el viento sopla constantemente del Sur y un poco del lado de la costa: de modo que nunca llueve; sin embargo, lo hace con bastante abundancia en los tres meses de invierno. A consecuencia de ello la vegetación es muy escasa; no hay arbolado, salvo en algunos valles profundos, y sólo un poco de hierba y algunos arbustos enanos crecen dispersos sobre las partes menos escarpadas de los cerros. Cuando reflexiono que a 350 millas al Sur este lado de los Andes se presenta enteramente cubierto de un bosque im-


  1. El Aconcagua, 6.953 metros, es el gigante de los Andes. El Chimborazo sólo tiene 6.254 metros.—Nota de la edic. española.