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CAPITULO XVI

Chile septentrional y Perú.
Camino de la costa a Coquimbo.—Cargas excesivas transportadas por los mineros.—Coquimbo.—Terremoto.—Terrazas escalonadas.—Ausencia de depósitos recientes.—Contemporaneidad de las formaciones terciarias.—Excursión valle arriba.—Camino a Huasco.—Desiertos.—Valle de Copiapó.—Lluvia y terremotos.—Hidrofobia.—El Despoblado.—Ruinas indias.—Cambio probable de clima.—Lecho de río arqueado por un terremoto.—Temporales de viento frío.—Ruidos que salen de una montaña.—Iquique.—Aluvión salado.—Nitrato de sodio.—Lima.—País insalubre.—Ruinas del Callao, derribado por un terremoto.—Sumersión reciente.—Conchas levantadas en el San Lorenzo; su descomposición.—Llanura con conchas sepultas y fragmentos de alfarería.—Antigüedad de la raza india.


27 de abril.—Salí de viaje para Coquimbo, y desde allí, por Huasco, a Copiapó, donde el capitán Fitz Roy me ofreció atentamente recogerme en el Beagle. La distancia en línea recta a lo largo de la costa norte es sólo de 420 millas; pero mi manera de viajar prolongó extraordinariamente su recorrido. Compré cuatro caballos y dos mulas; estas últimas para llevar el bagaje en días alternos. Las seis bestias juntas sólo me costaron 25 libras esterlinas, y en Copiapó volví a venderlas por 23. Viajamos con la misma independencia que antes, preparando las comidas y durmiendo al aire libre. Mientras avanzábamos hacia Vino del Mar