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cap.
darwin: viaje del «beagle»

táculo descrito por un entusiasta naturalista [1] como cosa curiosa y agradable!... Otro día observé con gran interés un duelo a muerte entre un Pepsis y una gran araña del género Lycosa. La avispa se lanzó repentinamente sobre su presa, y luego huyó; evidentemente, la araña había sido herida, porque al querer escapar rodó por una pequeña pendiente; pero tuvo aún fuerza bastante para arrastrarse hasta un espeso matojo de hierba. Volvió en breve la avispa, y pareció sorprenderse de no hallar a su víctima. Entonces empezó un registro como el que un sabueso pudiera hacer en persecución de una zorra, describiendo giros semicirculares, mientras hacía vibrar rápidamente sus alas y antenas. La araña, aunque bien oculta, no tardó en ser descubierta, y la avispa, recelando todavía las mandíbulas de su adversario, después de muchas maniobras, le infligió dos aguijonazos en el lado inferior del tórax. Al fin, después de examinar cuidadosamente con sus antenas a la araña, ahora inmóvil, procedió a llevarse el cuerpo. Pero en este momento intervine yo, deteniendo al tirano y a su víctima [2].

El número de arañas en proporción al de insectos es aquí mucho mayor que en Inglaterra; tal vez sucede esto con los arácnidos más que con cualquier otra división de los animales articulados. La variedad de especies entre las arañas saltadoras parece casi infinita. El género, o más bien familia, de Epeira está ca-


  1. En un manuscrito del Museo Británico, debido a Mr. Abbott, que hizo sus observaciones en Georgia; véase el artículo de A. White en los Annals of Natural History, vol. VII, pág. 472. El teniente Hutton ha descrito un Sphex de la India, con hábitos parecidos, en el Journal of the Asiatic Society, vol. I, pág. 555.
  2. Don Félix Azara (vol. I, pág. 175), citando el caso de un insecto himenóptero, probablemente del mismo género, dice que le vió arrastrar una araña muerta, en línea recta, hasta su nido, que estaba a la distancia de 160 pasos. Añade que la avispa, a fin de orientarse, daba de cuando en cuando «medias vueltas de unos tres palmos».