Página:Charles Darwin - Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo - Tomo I.djvu/302

Esta página ha sido corregida
278
cap.
darwin: viaje del «beagle»

bosque. El mayor arbusto de la isla (perteneciente a la familia de las Compuestas) es apenas tan alto como nuestra aulaga. El mejor combustible lo suministra un pequeño arbusto perenne del tamaño del brezo común, que tiene la útil propiedad de arder estando fresco y verde. No salía de mi asombro al ver a los gauchos, que en medio de la lluvia, y cuando todo chorreaba agua, sin otros medios que un yesquero y un pingajo de algodón, hicieron fuego inmediatamente. Buscaron debajo de los manojos de hierba y matas unos cuantos palitos secos, que dividieron en finas astillas; luego las rodearon de otras más gruesas, formando una cavidad parecida al nido de un pájaro; pusieron dentro el trapo con su chispa de fuego, y lo taparon todo. Después sostuvieron el nido en alto, exponiéndolo al viento, con lo que por grados empezó a humear más y más, hasta que al fin ardió en llamas. Creo que ningún otro procedimiento hubiera tenido probabilidades de dar resultados con materiales tan húmedos.


19.—Todas las mañanas, a consecuencia de no haber cabalgado por algún tiempo anteriormente, me sentía muy entumecido. Y no fué pequeña mi sorpresa al oír a los gauchos que a ellos les sucedía lo mismo en semejantes circunstancias, a pesar de haber pasado desde su infancia la mayor parte de su vida a caballo. Santiago me refirió que, por haber estado confinado durante tres meses por enfermedad, salió después a cazar vacas salvajes, y a consecuencia de ello sus muslos se pusieron tan entumecidos, que se vió obligado a guardar cama en los dos días siguientes. Esto prueba que los gauchos, aunque no lo parezca, en realidad deben de hacer gran ejercicio muscular cuando montan. La caza de reses salvajes en un terreno tan arduo como éste, a causa de su naturaleza pantanosa, debe de ser una faena durísima. Los gauchos