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de buenos aires a santa fe

que la vizcacha y su compañero ordinario el mochuelo.

La vizcacha [1], como es sabido, constituye el rasgo más saliente de la zoología de las Pampas. Se la encuentra hasta el río Negro descendiendo al Sur, a los 41° de latitud, pero no más allá. De igual modo que el agutí, no puede subsistir en las llanuras desiertas y cascajosas de Patagonia, pero prefiere los terrenos de arcilla y arena, que producen una vegetación distinta y más abundante. Cerca de Mendoza, al pie de la Cordillera, se la encuentra viviendo en estrecha vecindad con las especies alpinas afines. Es una circunstancia curiosísima en su distribución geográfica la de no habérsela visto nunca, afortunadamente para los habitantes de Banda Oriental, al este del río Uruguay; y sin embargo, en esta región hay llanuras que parecen admirablemente adaptadas a sus hábitos. El Uruguay ha constituído un obstáculo insuperable a su emigración; a su pesar, la ancha barrera del Paraná ha sido salvada, y la vizcacha es común en Entre Ríos, la provincia entre estos dos grandes ríos. Cerca de Buenos Aires estos animales son excesivamente comunes. Su refugio predilecto parecen ser aquellas partes de la llanura que durante una mitad del año están cubiertas de cardos gigantes, con exclusión de otras plantas. Los gauchos afirman que vive de raíces, y este aserto parece probable si se atiende a la robustez de sus incisivos y a la clase de lugares que frecuenta. Por la noche las vizcachas salen en gran número y se sientan tranquilamente sobre sus ancas en la boca de sus guaridas. En tales horas no se muestran


  1. La vizcacha (Lagostomus trichodactylus) se parece algo a un conejo grande, pero sus incisivos son de mayor tamaño y está provista de larga cola; además, sólo tiene tres dedos en las patas traseras, como el agutí. Durante los últimos tres o cuatro años se han enviado a Inglaterra las pieles de estos animales para utilizarlas en peletería.


Darwin: Viaje.—T. I.
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