Página:Charles Darwin - Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo - Tomo I.djvu/169

Esta página ha sido corregida
v
145
bahía blanca

mida inferirán si los perseguidos llevan prisa, y por el aspecto general sacarán cuánto tiempo hace que pasaron. Un rastro de diez o quince días es para ellos bastante reciente, y por tanto, bueno para ser seguido. También me dijeron que Miranda había partido desde el extremo oeste de Sierra Ventana, en línea recta a la isla de Cholechel, situada a 70 leguas de la desembocadura del río Negro; esto es, una distancia de 200 a 300 millas a través de una región completamente desconocida. ¿Qué otras tropas en el mundo hay capaces de hacer otro tanto? Con el Sol por guía, la carne de yegua por alimento y las monturas por cama, mientras no les falte un poco de agua, estos hombres llegarán al fin del mundo.

Pocos días después vi otra tropa de estos soldados con facha de bandoleros, que partían en una expedición contra una tribu de indios de las pequeñas salinas, traicionados por un cacique prisionero. El español que trajo las órdenes para esta expedición era un hombre muy inteligente. Hízome una descripción del último combate a que había asistido. Algunos indios prisioneros dieron noticia sobre una tribu que vivía al norte del Colorado. Despacháronse contra ella 200 hombres, y descubrieron a los indios por una nube de polvo que levantaban los caballos al caminar. El terreno era montañoso y desierto, y probablemente muy alejado de la costa oriental, porque se alcanzaba a ver la Cordillera. Los indios, hombres, mujeres y niños, eran unos 110 en número, y casi todos fueron hechos prisioneros o muertos, porque los soldados acuchillaban a todos los varones. Los indios se hallaban ahora tan aterrados, que no ofrecían resistencia en masa, sino que cada uno huía como podía, abandonando aun a su mujer e hijos; pero cuando se les daba alcance peleaban como fieras contra cualquier número, hasta el último momento. Un indio moribundo cogió con los dientes el pulgar de su adversario

Darwin: Viaje.— T. I.
10