CAPÍTULO V
El Beagle arribó a Bahía Blanca en 24 de agosto, y una semana después zarpó para el Plata. Con el beneplácito del capitán Fitz Roy, me quedé atrás, para viajar por tierra hasta Buenos Aires. Añadiré aquí algunas observaciones hechas durante esta visita y en una ocasión anterior, cuando el Beagle se ocupaba en la hidrografía del puerto.
La llanura, a la distancia de unas cuantas millas de la costa, pertenece a la gran formación pampeana, que se compone en parte de una roca margosa muy calcárea, y en parte de arcilla rojiza.
Más cerca de la costa hay algunos llanos formados por el desgaste de la planicie superior y por el cieno, grava y arena arrojados por el mar durante la lenta elevación del país, cuya elevación es evidente por las capas recientes de molusco que se hallan en ciertas alturas, así como por los cantos rodados de piedra pómez esparcidos por el país. En Punta Alta tenemos una sección de uno de esos pequeños llanos formados últimamente, la cual es interesantísima por el número