CAPÍTULO IV
24 de julio 1833.—El Beagle zarpó de Maldonado y el 3 de agosto llegó frente a la desembocadura del río Negro. Este es el río más importante de toda la línea de la costa, entre el estrecho de Magallanes y el Plata. Entra en el mar cerca de 300 millas al sur del estuario de este último. Hace unos cincuenta años, bajo el antiguo gobierno español, se estableció aquí una pequeña colonia, y ella es, a la fecha en que escribo, la posición más meridional (41° de latitud) de la costa este de América habitada por el hombre civilizado.
El territorio inmediato a la desembocadura del río es mísero en extremo: en el Sur comienza una larga línea de cantiles perpendiculares, que dejan ver una sección de la naturaleza geológica del país. Los estratos son de arenisca, y una de las capas me llamó la atención por estar compuesta de un conglomerado de piedrecitas pómez, que deben de haber recorrido más de 400 millas desde los Andes. La superficie se halla cubierta en todas partes por una espesa capa de grava, que se extiende en un gran espacio por la llanura