Todos los acuerdos a que se llegó después de reanudadas las labores, el año pasado, se han cumplido. Lo sostengo categóricamente.
Para normalizar la vida del país, hemos apelado a los recursos que la legislación prevé para este tipo de situaciones de emergencia. Los transportistas en huelga han violado la Ley. Están atentando contra la Seguridad del Estado y contra la Seguridad Nacional. Los sectores políticos que los respaldan podrán usar las palabras y argucias que prefieran, pero en los hechos están estimulando a que se desconozcan las Leyes y se pongan en peligro los fundamentos del Estado.
Llevados de sus objetivos insurreccionales, algunos sectores están obsesionados en inhabilitar las normas legales aplicables a este tipo de conflictos, para lo que desearían ver paralizadas las instituciones con que cuentan y han contado todos los Gobiernos para defender su integridad y asegurar el normal funcionamiento de la Nación. Los mismos que desde el Congreso intentan bloquear al Ejecutivo abusando de sus competencias, ahora desearían que éste se mostrara indefenso e impotente para imponer el respeto a los intereses nacionales, a las necesidades de nuestros conciudadanos y al mandato de las Leyes.
A través de ciertos gremios buscan paralizar la economía. Mediante sus instrumentos políticos desean la parálisis del Estado. Vano intento. El Poder Ejecutivo, las instituciones administrativas y armadas de que dispone, están evitando que quienes hacen de la anarquía un instrumento para sus fines, consigan sus propósitos. El país ya está conciente de que la huelga del transporte es un atentado contra la economía nacional y ya ha cobrado muchas víctimas inocentes.
Los chilenos deben estar seguros de que el Poder Ejecutivo está cumpliendo con su obligación patriótica, haciendo respetar las Leyes y restableciendo el orden público y el orden económico.
Seguiremos, con serenidad y con firmeza, en la tarea que nos hemos impuesto, de defender a Chile y a nuestros conciudadanos.
TRANSCRIPCIONES OIR/LVR.GL.