Leí la parte pertinente del panfleto del Partido Comunista Bandera Roja, en el que me interesaba destacar de inmediato lo que se decía allí, "que la toma permitiría que un tribunal juzgará a algunos burócratas, estuvieran o no estuvieran presente". "Que debían dejar el Ministerio".
Yo les dije: "Compañeros, les leo esto porque es una irresponsabilidad, una torpeza y una provocación, y mientras yo sea Presidente de Chile JAMAS eso ocurrirá". Y les agregué entonces: "Después que lleguemos a un arreglo administrativo, si es que llegamos, y les diré cuál ha sido el arreglo, también les voy a decir por qué.
Después de eso voy a conversar políticamente porque me interesa esclarecer algunas cosas. Creo que muchos de Uds., están equivocados sobre el alcance de este proceso y los caminos que tiene que seguir obligadamente, en pluralismo, democracia y libertad". Y así me separé de los trabajadores. Pero en la tarde de ese mismo día se publicó en "La Segunda", en la primera página, con estos titulares, una aseveración increíble: "LLAMADO DE SU EXCELENCIA PARA DESTRUIR A "EL MERCURIO" Y AL CONGRESO DE LA REPUBLICA DE CHILE".