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Por eso, la mujer chilena tiene que darse cuenta entonces, que en esta etapa de transformación, cuando el Gobierno Popular hiere los intereses poderosos de las empresas transnacionales, de los monopolios chilenos de distribución y producción, de la banca y el latifundio, se produce la reacción lógica. El capital productivo puso a convertirse en capital especulativo, que nace sobre condiciones reales de mayor demanda y menor posibilidad de entrega de bienes, por lo que crece cada vez más el mercado negro y la especulación.

Entonces tienen que organizarse y defenderse. Se defienden ayudando a las Juntas de Vecinos, a los Centros de Madres, y con mayor razón a las Juntas de abastecimientos y Precios, que son absolutamente legales, y son un factor esencial para crear el Poder Popular, que debe estar fundamentalmente constituido por la mujer.

Finalmente compañeras, hay tanto que hacer en el campo de la educación, y de los derechos legales, para lo cual lo único que falta es tiempo, porque la conciencia, la voluntad y la decisión revolucionaria nuestra, nos señala y nos dice que no habrá una revolución que se estabilice, que se desarrolle, que se proyecte hacia el futuro, si no transforma la sociedad, para ponerla al servicio de la mujer. Y esto solo podrá obtenerse cuando la mujer misma, sobre la base de tomar conciencia de su acción, pase a ser un factor dinámico del proceso revolucionario.

Esta tarde, al estar con ustedes y oír las palabras de la compañera Presidente del Sindicato Único de Empleadas Domésticas, he recordado mi recorrido por Chile, en el que ha dialogado bastante con el pueblo, llamando a elevar la conciencia sobre todo de la mujer, así como para señalar los peligros que amenazan al desarrollo normal de la revolución chilena. Destaqué que este proceso es más duro y difícil en nuestro país que en cualquier otra parte, porque enfrentamos la extraordinaria tarea de hacer una revolución dentro de los cauces legales de la burguesía, con la oposición del Congreso. Además de esto, el Poder Judicial es autónomo, y las leyes han sido hechas por un sector minoritario y en contra de los grandes intereses nacionales.