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Es por eso que indiscutiblemente este Seminario denominado "La Mujer de hoy en América Latina", tiene proyecciones de extraordinaria importancia. América Latina, Continente pródigo, de grandes recursos materiales, en donde habitan millones y millones de seres humanos para quienes aún está negado lo básico y esencial a que tiene derecho la persona humana, pueblos potencialmente ricos, empobrecidos por la penetración del capital foráneo que junto a las oligarquías nacionales han puesto el poder y las riquezas al servicio de minorías y al servicio del poderoso capital imperialista.

La historia de América Latina señala con claridad el largo padecer de siglos en el drama común de nuestra común desesperanza y desgracia. Y es la técnica y la ciencia la que hace más evidente y más notoria, la desigualdad que existe entre el avance y el progreso de los países del capitalismo industrial, el avance y el progreso de los países socialistas y nuestras realidades.

En este Continente, y hago excepción al hablar así, de Cuba por tener un régimen socialista distinto al que tienen el resto de los países, incluido el nuestro, ningún Gobierno, cualesquiera que haya sido o fuere, democrático, seudo democrático, castrense, dictatorial, ha logrado superar los grandes déficit que hablan de la incultura, de la falta de vivienda, de la alimentación insuficiente, de la carencia de trabajo, de la poca y baja protección de la salud, del no derecho al descanso y a la recreación de la inmensa mayoría de nuestros compatriotas. Y al decir compatriotas hablo corno latinoamericano, que siendo auténticamente chileno, creo que soy también, como lo somos todos, ciudadanos de Latinoamérica, si acaso interpretamos el mandato de la historia que emerge de los Padres de la Patria, ya que hombres nacidos en distintas tierras, se unieron bajo las mismas banderas para luchar con la misma decisión, para hacer de América Latina un Continente emancipado con voz de pueblo Continente (APLAUSOS).

Por eso, si acaso el hombre nuestro, como consecuencia del régimen y el sistema capitalista, y los pueblos nuestros, como consecuencia de la penetración imperialista han arrastrado la dura cadena de la explotación económica y la dependencia política, la mujer, con mayor razón, ha vivido y vive una desigualdad que la castiga y la marca muy fuertemente.

lvr.mtzg.