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Pues bien, ¿qué es lo que ocurrió? Sencillamente, el abogado que representa los intereses de Chile en Francia -ante el tribunal francés- señaló que el cobre embargado era de propiedad de una firma francesa que había comprado ese metal. Tomando pie en esta declaración los abogados de la Kenneccot en Holanda retiraron su demanda, para decir que entonces no podía embargarse al cobre sino el valor del cobre. Ese ha sido el problema. Jamás habrá un acuerdo, jamás habrá un entendimiento. La Kenneccot ha recurrido, de mala manera, después de haber fracasado en sus tentativas en Chile, a hacer una campaña que en el fondo está destinada a perjudicar a nuestro país en sus relaciones comerciales con los usuarios permanentes del cobre; destinada a hacer creer que Chile no será capaz de cumplir con sus metas de producción; destinada a impedir que los bancos que reciben los contratos, anticipen -como es tradicional- un alto porcentaje del valor de esos contratos; destinada a acentuar el cerco en contra de Chile.

Limitada, disminuida de hecho, abolida de hecho la línea de crédito a corto plazo en los bancos privados norteamericanos, a pesar de que llegamos a un acuerdo con ellos. Fíjense ustedes: de una cifra cercana a los 240 millones de dólares al año, cifra tradicional hasta 1970, el año 1971 bajamos a 60 millones y en lo que ha corrido de este año tenemos sólo 30 millones en líneas de crédito a corto plazo.

Dificultades también, aunque en menor escala, en los bancos comerciales de Europa; dificultades para obtener los créditos a que tenemos derecho, en los organismos internacionales como el Banco de Importación y Exportación, el BID o el Banco Mundial, con declaraciones expresas de que a Chile hay que dificultarle las posibilidades crediticias, sin haber todavía podido terminar la renegociación bilateral de nuestra deuda externa con Estados Unidos.

La renegociación está por suerte a punto de terminarse con la República Federal Alemana y con Japón.

A estos hechos, que son gravísimos, se agrega la tentativa de la Kenneccot con las proyecciones comerciales que acabo de esclarecer.

CVR.-