Página:ChFSA FD1197209040(1).djvu/3

Esta página ha sido validada
2.-

¡Por eso estamos aquí, para decir nuestra palabra con la presencia del Pueblo, nuestra voz —sin necesidad de gritarlo— que se expresa en la risa del niño, en la lágrima de la mujer, el la voluntad del trabajador, en la conciencia del profesional en los chilenos y chilenas que repletan las calles de Santiago! (APLAUSOS).

Nunca antes esta ciudad presenció este espectáculo que es de reafirmación democrática, que es de confianza en la fuerza del Pueblo, que es una lección de firmeza, de lealtad revolucionaria.

Pero, no sólo Santiago, desde Arica a Magallanes, desde la pre-cordillera hasta el mar, está el Pueblo reunido, alerta, vigilante, consciente, responsable de su gran tarea histórica.

Pero, no sólo las masas, repletan las calles de las capitales de provincias y algunos departamentos y comunas de Chile. Está silenciosa la industria, la escuela, el taller, parcialmente el hospital, paralizado por minutos ferrocarriles, o la locomoción, el campo en las faenas de trabajo, en todas partes de la Patria.

Nunca, jamás, hubo una detención tan simbólica y una lección tan profunda.

Siempre los trabajadores recurrieron al paro parcial o nacional para expresar su protesta contra los gobiernos, para reclamar sus derechos, para hacer sentir lo que ellos anhelaban que se hiciera en bien de Chile y los chilenos.

Hoy por primera vez en la historia —y hay que medir lo que eso significa— el Pueblo repleta las calles, las avenidas y las plazas de Chile y todas las faenas y todos los sitios de trabajo, están paralizados desde el Norte, donde la industria pesquera, nos busca el alimento en el mar hasta las estancias magallánicas.

SIGUE.-