Pero no puede haber un antagonismo, no puede haber posiciones contrarias entre los trabajadores de una empresa entre los obreros de esa empresa y los técnicos y los empleados y los profesionales.
Eso tienen que entenderlo y se ha ido entendiendo, porque la técnica es fundamental, compañeros, es fundamental.
Con razón Lenin, decía muchas veces que, un técnico vale mas que diez militantes de un partido revolucionario.
En un momento determinado la sociedad es así.
Cuando evoluciona ya el obrero se va preparando, ya va siendo un técnico; y sí además, el es un militante de un partido revolucionario, entonces, se completa perfectamente bien esta posibilidad.
De allí compañeros que tengamos que criticar duramente el ausentismo, por diversas causas y no me voy a extender esta noche que es de aniversario, hacer una crítica que he hecho siempre compañeros, respecto a la peor enfermedad que tiene Chile, que es una lacra social: el alcoholismo.
¡Ah!, los diarios de Santiago decían: "El Dr. Allende ha planteado el problema del alcoholismo muy patrióticamente pero no dá fórmulas para terminarlo"
Sí, compañeros, aquí firmé un decreto para establecer toda una política nacional, que empieza con la educación que se proyecta con la vivienda, con la recreación, con el deporte y con el tratamiento de aquellos alcohólicos, que no son enfermos y que requieren una medicina como tal.
Para crear las posibilidades de un tratamiento, en todos los consultorios internos, en todos los hospitales de Chile. No como ocurre hoy día que hay un tratamiento fundamentalmente en determinados hospitales del país.