No es posible que ésto ocurra sobre todo en empresas estatizadas. No es posible, compañeros, y aquí yo lo he visto, pliegos de peticiones en que se pretenda un reajuste de un 60%.
Eso no lo puede soportar la economía chilena, no lo puede tolerar la economía chilena.
Los obreros tienen que darse cuenta que en el Gobierno en que ellos forman parte, el proceso general de la economía les interesa más que el propio ingreso en pesos. Porque puede llegar el momento en que tengan muchos pesos en el bolsillo, pero que esos pesos no les permitan comprar porque faltan muchas cosas.
Estoy diciendo, entonces, que tiene que haber una relación entre circulante y el ingreso individual y la posibilidad de satisfacer una demanda individual y colectiva.
Si no aumentamos la producción de zapatos, si no aumentamos la producción de géneros, si no aumentamos la producción de libros, -lógicamente- si hay más ingresos individuales, habrá demanda de esos productos, de la misma manera que habrá demanda de los alimentos sin poder satisfacerlos. Como ocurre, por ejemplo, en el caso de la carne.
Y Uds. comprenden y los trabajadores tienen que darse cuenta que no puede Chile importar doscientos, trescientos o cuatrocientos millones de dólares en carne que sería lo que tendríamos que importar -¡cuatrocientos millones de dólares, en carne!- para asegurar el consumo de carne de todos los días, de toda la población de Chile.
Eso no lo puede hacer Chile, ¿Por qué? porque sólo tiene un ingreso de 1.200 millones de dólares para comprar todo lo que necesite. ¡Imagínese si gastáramos cuatrocientos millones de dólares solamente en carne! Bueno, compañeros, el resto del país estaría paralizado. Estas son las cosas que tienen que entender los trabajadores.