Página:ChFSA FD1197109040(1).djvu/17

Esta página ha sido validada
16.-

Y ahora compañeros, antes de finalizar mi discurso, una noticia grata: esta mañana pasé por Iquique; no fui a llevarles el estímulo a los chilenos que competían en la Caza Submarina, Campeonato Internacional. Pero quería ver las construcciones que se habían hecho para este evento; quise saludar a las delegaciones extranjeras; tuve el agrado de recibir un obsequio de los representantes de Francia que estaban allí, y el hacerme su obsequio, públicamente, hablaron de la Unidad Popular. Pero compañeros, he aquí la noticia: Chile, Campeón Mundial de pesca submarina (Ovación)

¿Pero no nos entusiasmemos! Y aquí salgo de mi discurso para hacer una incursión breve por un terreno que me interesa. También se mide el resultado de las revoluciones por los resultados obtenidos en los eventos deportivos. La revolución cambia la vida del pueblo, lo eleva en sus niveles materiales, le abre campos espirituales y culturales; le arrebata la juventud a la contaminación del vicio y la frustración, y hace del deporte una gran tarea nacional. Pero para hacer deporte hay que pensar que el niño debe primero alimentase —y el joven también—, que hay que tener canchas, control, técnica, maestros; todo Chile debe pensar que si es importante ver jugar en el Estadio a 22 oponentes en un campeonato de Fútbol, es más importante que esos 70.000 espectadores hagan gimnasia o practiquen algún deporte. Y a propósito de esto del campeonato de Fútbol: la última vez que fuí a un partido, no anunciaron mi llegada ni se cantó la Canción Nacional. Pero de las tribunas que quedan a la espalda de la tribuna Presidencial, donde están las entradas caras, donde van los que ayer eran banqueros, o latifundistas, o monopolistas, salieron unos cuantos silbidos y un diarito que aunque es de circulación familiar es bastante venenoso, dijo que me habían pifiado estruendosamente en el Estadio. Voy a ir al Estadio; y si acaso me pifian los de las tribunas que cuestan caro, !voy a atravesar la cancha y me voy a sentar en las tribunas populares, para que vean cómo el pueblo me quiere y me respeta! (Aplausos).