Página:ChFSA FD1197107110(1).djvu/6

Esta página ha sido validada
6.-

La batalla electoral de 1964 se dio fundamentalmente ante dos criterios: los que sostenían la llamada chilenización del cobre, y los que sosteníamos la nacionalización del cobre. Dos documentos públicos plantearon la diferencia de ambas concepciones, y me correspondió en el 64 recorrer Chile entero, para decir al hombre del pueblo por qué luchábamos por la nacionalización, como corresponde ahora, como Presidente del pueblo, convertirla en realidad. Siempre dijimos que la chilenización que podía estimarse por algunos como un paso hacia adelante, era incompleta. Que los llamados convenios perjudicaban el interés del país en beneficio de la empresa. Quiero dar algunas cifras:

A la Anaconda, a cambio del cincuentiún por ciento de las acciones, se le entregaron pagarés por ciento setenticinco millones de dólares. En ese momento el valor libro de dicha empresa era de ciento ochentiún millones. Es decir, por el cincuentiún por ciento, prácticamente pagamos el total de la empresa.

En el caso de El Teniente, como así lo dijera el compañero Moraga, se pagó a la Braden ochenta millones de dólares, aunque el valor libro era inferior a esa cifra. Además nuestro gobierno avaló un crédito por ciento veinticinco millones de dólares, tomando en cuenta los intereses.

No existe un compromiso en relación al cuarentinueve por ciento de las acciones de la Braden, lo que podría haber permitido que después de los planes de expansión, el valor de esas acciones, si hubiera querido comprarlas Chile, hubieran alcanzado un alto precio. Hay que destacar, también, que la administración quedó -a pesar de tener tan sólo el 49 por ciento- en poder de los americanos. Con la Anaconda se firmó un convenio que daba a Chile opción para adquirir el 49 por ciento de las acciones pendientes, pero el precio dependería de las utilidades obtenidas en los dos años anteriores a esta compra, lo que presumiblemente, también, según los cálculos, haría que por este 49 por ciento se pagara una suma muy alzada.

Las empresas, como consecuencia de lo que estoy planteando, para aumentar la rentabilidad y la producción de los últimos años, han hecho una explotación a destajo de los minerales, totalmente inconveniente para los intereses nacionales y a expensas de la explotación en el futuro.

(SIGUE)