LA JITANILLA
Parece que los jitanos y jitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones, y finalmente salen con ser ladrones corrientes y molientes á todo ruedo; y la gana de hurtar y el hurtar son en ellos como accidentes inseparables que no se quitan sino con la muerte. Una pues de esta nacion, jitana vieja, que podia ser jubilada en la ciencia de Caco, crió una muchacha en nombre de nieta suya, á quien puso por nombre Preciosa, y á quien enseñó todas sus jitanerías y modos de embelecos y trazas de hurtar. Salió la tal Preciosa la mas única bailadora que se hallaba en todo el jitanismo, y la mas hermosa y discreta que pudiera hallarse, no entre los jitanos, sino entre cuantas hermosas y discretas pudiera pregonar la fama. Ni los soles, ni los aires, ni todas las inclemencias del cielo, á quien mas que otras gentes están sujetos los jitanos, pudieron deslustrar su rostro ni curtir sus manos; y lo que es mas, que la crianza tosca en que se criaba, no descubria en ella sino ser nacida de mayores prendas que de jitana, porque era en estremo cortés y bien razonada: y con todo esto era algo desenvuelta, pero no de modo que descubriese algun género de deshonestidad; ántes con ser aguda era tan honesta, que en su presencia no osaba alguna jitana vieja ni moza cantar cantares lascivos, ni decir palabras no buenas: y finalmente, la abuela conoció el tesoro que en la nieta tenia, y así determinó el águila vieja sacar á volar su aguilucho, y enseñarle á vivir por sus uñas. Salió Preciosa rica de villancicos, de coplas, seguidillas y zarabandas y de otros versos, especialmente de