afuera. Estábalo escuchando la Cariharta, y cuando sintió que se iba enojado, salió diciendo: Ténganle, no se vaya, que hará de las suyas: ¿no ven que va enojado, y es un Júdas Macarelo en esto de la valentía? vuelve acá, valenton del mundo y de mis ojos; y cerrando con él le asió fuertemente de la capa, y acudiendo tambien Mompodio le detuvieron. Chiquiznaque y Maniferro no sabian si enojarse, ó si no, y estuviéronse quedos esperando lo que Repolido haria; el cual viéndose rogar de la Cariharta y de Mompodio, volvió diciendo: Nunca los amigos han de dar enojo á los amigos, ni hacer burla de los amigos, mas cuando ven que se enojan los amigos. No hay aquí amigo, respondió Maniferro, que quiera enojar ni hacer burla de otro amigo; y pues todos somos amigos, dénse las manos los amigos. A esto dijo Mompodio: Todos voacedes han hablado como buenos amigos, y como tales amigos se den las manos de amigos. Diéronselas luego; y la Escalanta quitándose un chapin comenzó á tañer en él como en un pandero; la Gananciosa tomó una escoba de palma nueva, que allí se halló acaso, y rasgándola hizo un son, que aunque ronco y áspero, se concertaba con el del chapin. Mompodio rompió un plato, y hizo dos tejoletas que puestas entre dos dedos y repicadas con gran lijereza, llevaba el contrapunto al chapin y á la escoba. Espantáronse Rinconete y Cortadillo de la nueva invencion de la escoba, porque hasta entónces nunca la habian visto. Conociólo Maniferro, y díjoles: Admíranse de la escoba? pues bien hacen: pues música mas presta y mas sin pesadumbre, ni mas barata, no se ha inventado en el mundo: en verdad que oí decir el otro dia á un estudiante, que ni el Negrofeo que sacó á la Arauz del infierno, ni Marion, que subió sobre el delfin, y salió del mar como si viniera caballero sobre una mula de alquiler, ni el otro gran músico que hizo una ciudad que tenia cien puertas y otros tantos postigos, nunca inventaron mejor género de música tan fácil de deprender, tan mañera de tocar, tan sin trastes, clavijas ni cuerdas, y tan sin necesidad de templarse, y aun voto á tal, que dice que la inventó un galan desta ciudad, que se pica de ser un Héctor en la músisa. Eso creo yo muy bien, respondió Rinconete, pero escuchemos lo que quieren cantar nuestros músicos, que parece que la Gananciosa ha escupido, señal de que quiere cantar: y así era la verdad, porque Mompodio le habia rogado que cantase algunas seguidillas de las que se usaban; mas la que comenzó primero fué la Escalanta, y con voz sutil y quebradiza cantó lo siguiente:
Por un sevillano, rufo á lo valon,
Tengo socarrado todo el corazon.