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Rinconete y Cortadillo.

pensé, dijo Cortado, que el hurtar era oficio libre, horro de pecho y alcabala, y que si se paga es por junto, dando por fadores á la garganta y á las espaldas; pero pues así es, y en cada tierra hay su uso, guardemos nosotros el desta, que por ser la mas principal del mundo, será el mas acertado de todo él; y así puede vuesa merced guiarnos donde está ese caballero que dice, que ya yo tengo barruntos, segun lo que he oido decir, que es muy calificado y generoso, y ademas hábil en el oficio. Y ¿cómo que es calificado, hábil y suficiente? respondió el mozo: eslo tanto, que en cuatro años que ha que tiene el cargo de ser nuestro mayor y padre, no han padecido sino cuatro en el finibusterre, y obra de treinta embesados, de sesenta y dos en gurapas. En verdad, señor, dijo Rincon, que así entendemos esos nombres como volar. Comencemos á andar, que yo los iré declarando por el camino, respondió el mozo, con otros algunos que así les conviene saberlos como el pan de la boca: y así les fué diciendo y declarando otros nombres, de los que ellos llaman germanescos ó de la germania, en el discurso de su plática, que no fué corta, porque el camino era largo, en el cual dijo Rincon á su guia: ¿Es vuesa merced por ventura ladron? Sí, respondió él, para servir á Dios y á la buena gente, aunque no de los muy cursados, que todavía estoy en el año del noviciado. A lo cual respondió Cortado: Cosa nueva es para mí, que haya ladrones en el mundo para servir á Dios y la buena gente. A lo cual respondió el mozo: Señor, yo no me meto en teologías; lo que sé es que cada uno en su oficio puede alabar á Dios, y mas con la órden que tiene dada Mompodio á todos sus ahijados. Sin duda, dijo Rincon, debe de ser buena y santa, pues hace que los ladrones sirvan á Dios. Es tan santa y buena, replicó el mozo, que no sé yo si se podrá mejorar en nuestro arte. El tiene ordenado que de lo que hurtáremos demos alguna cosa ó limosna para el aceite de la lámpara de una imágen muy devota que está en esta ciudad, y en verdad que hemos visto grandes cosas por esta buena obra; porque los dias pasados dieron tres ansias á un cuatrero que habia murciado dos roznos, y con estar flaco y cuartanario, así los sufrió sin cantar, como si fueran nada; y esto atribuimos los del arte á su buena devocion, porque sus fuerzas no eran bastantes para sufrir el primer desconcierto del verdugo: y porque sé que me han de preguntar algunos vocablos de los que he dicho, quiero curarme en salud y decírselo antes que me lo pregunten: sepan voacedes que cuatrero es ladron de bestias: ansia es el tormento: roznos los asnos, hablando con perdon: primer desconcierto es las primeras vueltas de cordel que da el verdugo: tenemos mas, que rezamos nuestro rosario repartido