Página:Carnelli Quiero trabajo.djvu/39

Esta página no ha sido corregida

— 37

¿Quién veló nunca su despertar?

Hoy tengo treinta años y un cuerpo ceas- tigado.

Aquel fué mi advenimiento.

Quiero hablar con mis semejantes y con- migo misma, quiero colocar mi espíritu fren- te a mi y recordar con justeza los detalles, triviales o trascendentes, de esta vida transcu- rada y brutal.

Me llamo Susana Miller.

He apuntado algunos de mis más lejanos recuerdos. El primero de los cinco años de edad, los otros de los siete a los once. En el intervalo de uno a otro hay sucesos di- versos, todos grabados en mi memoria, fun- didos en mi cerebro y fijos allí, como las le- tras en el plomo de la linotipo. Pero los pa- so por alto. He querido partir desde el co- mierzo, desde el primer aguijoneo sexual.

Repito que me llamo Susana Miller, que

tengo treinta años y que desde hoy vuelvo sobre mis pasos a través del recuerdo:

  • Siempre que me he puesto a meditar so-

bre mi destino, la época de enclaustramien- to surge ante mi, como surge también inva- riablemente, la tristeza de los castigos ini- ciales.

Creo menos en la perversidad que en la