Página:Carnelli Quiero trabajo.djvu/119

Esta página no ha sido corregida

— 117 —

Niño, una señorita Elsa que lo llama por teléfono.

—¿Elsa, ché? Ah... sí, Elsa. La gran siete, ésta es la que me anda llorando para que le pague la pensión, ciento cincuenta pesos.

Dice que no tiene un centavo; y lo peor que parece cierto. ¿Pero que quiere que le haga? Y esto por haber andado unas cuantas noches con ella. Que me deje de embromar.

—¿Qué le contesto, niño?

—Mirá, decile que no estoy. Que me he ido al campo. A ver si me toma por zonzo ésta.

. +. 0.

Esa es la gente que tiene los resortes. Bo- nita esperanza, pero el estómago no admite prórrogas.

Ensayaremos.

“Señorita culta para oficina jurídica, que sepa taquigrafía y escribir a máquina”.

Inútil, trescientas postulantes y un solo em- pleo.

“Señora con recomendaciones para secre- taria de correspondencia”.

Inútil también, por igual motivo.

  • ““Cajera, con garantía de tres mil pesos”.