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persecucion de su enemigo; pero ¡ah! su alegría fue de corta duracion: le alcanza el plomo destructor, cae, se agita y muere revoloteando. ¿De qué le sirven ya sus variados y resplandecientes colores, su cresta de color de púrpura, el bello círculo que hermosea sus ojos, el verde brillante de sus plumas, sus pintadas alas, ni su dorado pecho?

Los campos y los bosques tienen otros adornos, cuando el lluvioso Arturo cubre el cielo de densas nubes. Entónces los galgos corredores persiguen la tímida liebre, la que al fin, despues de haber agotado todas sus astucias, es cogida y despedazada. De este