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do en la popa del navío, que osó el primero arrostar los peligros de los mares, agita las cuerdas de su lira: los argonautas se sienten arrebatados de admiracion; y enagenados con los atractivos de la gloria, se hacen otros tantos héroes, y miran con ojo intrépido los riesgos y la muerte.
IV.
Pero cuando el amor, tan poderoso como la muerte, conduxo al poeta á las sombrías moradas del Tártaro [1], ¿de qué escenas no fue testigo? Por ninguna par-
- ↑ Tártaro: este nombre daban los gentiles al infierno.
