Página:Cantico de Navidad.djvu/57

Esta página ha sido validada
— 37 —


Como esta reflexion era para inquietarle, dejó la cama y se fué á la ventana. Tuvo que quitar con las mangas el hielo que habia sobre los cristales para ver algo, y aun entonces no pudo divisar gran cosa. Unicamente vió que la niebla era muy espesa, que hacía mucho frío y que las gentes no iban de un lado á otro atrafagadas, como hubiera ocurrido indudablemente á ser de dia. Esto le tranquilizó, por que de lo contrario, ¿qué hubiera sido de sus letras de cambio? «A tres días vista pagad á Mr. Scrooge ó á la órden de Mr. Scrooge,» y lo demás.

Scrooge volvió á la cama, y se puso á pensar y á repensar, una y mil veces, en lo que sucedía, sin comprender nada de ello. Cuanto más pensaba se confundía más, y cuanto ménos trataba de pensar más pensaba.

El aparecido Marley le tenia fuera de quicio. Cada vez que, como final de un maduro exámen, se determinaba, en su interior, á considerar todo aquello como puro sueño, su espíritu á semejanza de un resorte oprimido, que al soltarle toma su primitiva posicion, le presentaba el mismo problema: «¿ha sido ó no un sueño?»

Así estuvo Scrooge hasta que el reloj de la iglesia marcó tres cuartos de hora más y de seguida hizo memoria del espíritu que debia presentarse á la una. Resolvió, pues, mantenerse despierto hasta que la hora hubiese pasado, considerando que tan difícil le