Página:Cantico de Navidad.djvu/183

Esta página ha sido validada
— 164 —

fortuna no se repite. En mi niñez habia leido que un grande tuvo su principio en una barbería. ¿En dónde tropezar con mi barbero?


SE NECESITA UN MUCHACHO.


Este anuncio colocado en el cristal de una tienda era como la respuesta á mi pregunta, sólo que en la tienda se vendian patas de cerdo. Sin embargo entré.

—¿Qué os ocurre caballerito? me dijo el dueño, hombre robusto, de delantal blanco y de cuchillo en mano.

—¿No es aquí donde hace falta un muchacho?

El hombre me miró de piés á cabeza.

—Efectivamente, pero no necesitábamos mas que seis apendices y el marqués del Alfeñique acaba de reclamar la plaza vacante para su hijo, número 17.

—Deseo entrar de aprendiz... dijo tímidamente.

—Escuchadme caballerito: si no quereis comprarme patas de cerdo, tened la bondad de ejercitar las vuestras antes de que me sulfure. ¡Largo de aquí!

—Lo mismo me ocurrió en otros dos sitios. Iba yo demasiado bien vestido para lo que allí se necesitaba. A la noche me aconsejó mi amigo que mirase más alto, donde mi