cion. Se dió principio por gallina ciega. ¡Oh! ¡Y qué tramposo está Topper! Hace como que no ve, pero perded cuidado; ya sabe bien adonde dirigirse. Estoy seguro de que se ha puesto de acuerdo con el sobrino de Scrooge, pero sin conseguir engañar al espíritu de la Navidad allí presente. La manera como el pretendido ciego persigue á la regordetilla de la pañoleta, es un insulto positivo que se dirige á la credulidad humana. Por más que ella se coloque detrás del guarda-fuego, ó encima de las sillas, ó al amparo del piano, ó encima de las sillas, ó al amparo del piano, ó entre los cortinajes á riesgo de asfixiarse, á todas partes donde va ella va tambien él. Siempre sabe donde tropezar con la regordetilla. No quiero coger á nadie más, y aunque le salgais al paso, como algunos lo han hecho de propósito, hará como que os quiere agarrar, pero con tal torpeza, que no puede engañarnos, y luego se dirigirá hácia donde se olculta la regordetilla. «Eso no es jugar bien:» dice ella huyendo cuanto puede, y tiene razon; pero á lo último, cuando él la coge; cuando á despecho de la ligereza de la jóven, él logra arrinconarla de manera que no pueda escapársele, entonces su conducta es inícua. Bajo pretexto de que no sabe á quien ha cogido, la reconoce pasándole la mano por la cabeza, ó se permite tocar cierto anillo que ella lleva al dedo, ó una cadena con que se adorna el cuello. ¡Oh infame
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