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ELEGÍA A ALBERTO ORTIZ
Señor, si eres tan bueno
¿Por que permites que se mueran ellos
Los que llevan el alma llena de ensueños?
Señor, si tú eres el artista divino
¿Qué te importaba a tí dejarlo vivo
Armonizando el tedio del camino?
Ah! pobre amigo, ya te fuiste
Pero siempre serás para nosotros
Aquel poeta triste
De mirada febril.
Aquel muchacho pálido
Que se llamaba Alberto Ortíz.