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Siento frío......
Siento frío
Su mirada me penetra, me traspasa y me adivina
Llega al fondo de mi alma y la ilumina.
Como un rayo de luna
Que se clava en la laguna».
 
«La balada triste del camino largo» tiene un extraño dejo de melancolía poética.
 
Vaya una de esas estrofas:

«Riendo a los que vienen, llorando a los idos
seguir por el largo camino distante
Seguir por los largos caminos dormidos
Con la honda tristeza de un circo ambulante».


El alma de García Fernández que es intensa, sentimental y elegíaca no podía olvidar al malogrado poeta de la Argentina, Evaristo Carriego que en plena floración de juventud se marchitó por sus afiebradas y desbordantes espiritualidades como una fresca rosa por los calcinantes rayos de un sol tropical.

Recordamos algunas estrofas que darán a conocer el valor de la composición:


«Se rompió el organillo de Evaristo Carriego
El silencio se duerme en el suburbio largo
Y lloran como nunca los ojos de aquel ciego
Que aguardaba en la puerta con un aire amargo.
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Quien sabe si parada junta a la puertita, alguna
muchachita se acuerda de cuando tú pasabas
y fija sus miradas llorosas en la luna
recordando el encanto con que tú la mirabas».