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Su sol te saluda
gozoso y risueño
mirando halagueño
su hija idolatrada,
que hoy es adorada
del pueblo porteño.
2
Las gracias envidian
tu aire placentero,
mirando con ceño
tu talle hechicero.
Al cielo sus quejas
elevando airadas,
piden ser vengadas:
mas el sol de Mayo
fulmina sus rayos
y quedan burladas.
3
Madre afortunada
que del alto cielo
a tu Manuelita
miras con anhelo
no turbe tu pena
tu feliz mirada:
tu hija idolatrada
imita a su madre,
y de un tierno padre
esté acompañada.