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—Como no te vayas à enamorar de veras....

—No hay cuidado: con mi corazon nadie juega.

—Mira Jaime: si consigues que esa muger te ame, la victoria es segura; porque despues empie­zas á dìrigir tus obsequios à Camila; y Mercedes, con el corazon enchido de celos y viendo que la abandonas por su protegida....

—Le quitará su proteccion......

—Y el cariño en ambas se trocará en guerra.

—¡Oh poder del amor!

—Oh poder de los celos. Perseguida Camila por Mercedes y muerto Càrlos ¿donde irá la orgullosa costurera? Precisamente caerá en mis manos. ¡Oh! Si tal cosa sucediese, yo la haria apurar hasta las heces el caliz del martirio, su vida sería una agonia, pero una agonia horrorosa. No le daria la muerte con un golpe de mi puñal ¡¡no!! Yo la mataria lentamente. Mi venganza seria feroz; porque estando esa muger en mi poder, yo la haria sufrir los tormentos del infierno. Me pediria que la matase por compasion, y yo le contestaria, ¡No! vive querida: y ella viviria.... Si; pero viviria muriendo.

—Bien Blas; pero yo necesito dinero para comprar un elegante trage para mi conquista de mañana y las señas de la casa de Mercedes.

El espia de Rosas despues de indicar á su cómplice la casa donde se habia refugiado su victima, le dijo dandole una llave y señalando la caja que estaba embutida en la pared.