ba en el corazon del padre, atropellando los respetos de la esposa y hundiendo en el abismo de la miseria à los pequeños é inocentes hijos, les robaba escandalosamente los bienes que adquiridos con el sudor y privaciones del padre debian servirles para mitigar en un tanto, los dolores de la horfandad— De este modo D.Blas de Aguilar alcanzó como otros muchos criminales una fortuna colosal.
La sagacidad de este malvado le aconsejó la compra de fincas en paises estrangeros y cuando el cañon que tronó en Caseros, pulverizaba el trono de la Dictadura de Rosas, el 3 de Febrero de 1852, el cobarde mashorquero Aguilar huia á Montevideo para sustraerse del banquillo á que sus crímines lo hacian acreedor.
Cuando el General Urquiza vencedor en Caseros proclamaba los principios de fusion y olvido de los pasados agravios, doctrinas que trageron en pos de si los males que al presente aquejan á nuestra Patria, D. Blas Aguilar regresaba á Buenos Aires amparado por la fuerza de una proclama que igualaba á los hombres como Alsina, Sarmiento, Paz y La Madrid con los degolladores como Pablo Alegre, Cuitiño, Badia y demas foragidos.
¡Para el vencedor de Caseros los asesinos del año 40 representaban un partido político!......
D. Blas de Aguilar en uno de sus paseos encontró á la jóven Camila y desde ese momento se clavó en su corazon de hiena el deseo ardiente de su perdicion.