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lo vulgar por lo expresivo, llamaríamos "derecho del pataleo".

Soy tan dura con lo que considero erróneo en esta protesta feminista porque amo y compadezco a la mujer. Valiéndome de una figura dantesca, veo siempre a la psiquis femenina, en los raros casos en que exista esta psiquis bien diferenciada, como en "La divina comedia" está ese espíritu humano condenado a deformarse monstruosamente cohabitando con el espíritu de un árbol.

Pero, en verdad, decidme: ¿A cuántas mujeres, entre las que conocéis, colocaríais al lado de las esposas de Berthelot o de Curie que fueron mujeres amantes, amigas, compañeras y camaradas de sus maridos?

El adolescente es capaz de intuir las leyes universales porque el espíritu del niño no es frívolo. Lejos de ello, todo lo toma en serio, casi religiosamente. Nadie tan capaz como él de sentir la emoción humana, casi divina, ante lo realmente grande porque nadie está, como él, tan cerca de lo natural; porque nadie es como él, tan limpio, tan puro. Y el niño es niño hasta que la mentira no lo convierte en monstruo.

Nada más difícil de manejar que lo extremadamente delicado. Verdad es. Pero, como la función hace el órgano, lo sagrado de la misión aumentará en el padre, en el educador, el poder de sugestión, magnificándolos ante ellos mismos.

Cuando la pareja humana se complemente, el ideal de evolución que hasta hoy, y con justicia,