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LAS BELDADES DE MI TIEMPO

boca del ínclito Quevedo en su famosa letrilla del Corregidor de marras.

¿QUIEN ES ELLA?

En todo humano litigio
No hay remedio!
A no obrar Dios un prodigio
Habrá faldas de por medio.
Danza en ello una mujer
Casada, viuda o doncella,
Luego el hito esta en saber
Quién es ella.

Ya ven mis amables léctoras que no es juicio mio, sino de uno de los más renombrados poetas.

La mujer es tramposa por instinto, hablo con debido respeto, y asi nos pasábamos por debajo de la mesa (incitados por ellas) los números; y por esto los envidiosos solian decir en medio del silencio en que no se oia sino cantar: los dos patitos, la horca de los catalanes (e1 número 11); lo se anteojos de Pilatos; de repente salia una voz con este domingo 7 ¡un Padrenuestro y un Avemaria, para una mano que se ha perdido! y todos, como era natural, todos sacábamos la mano izquierda de debajo de la mesa, y la mostrábamos, en prueba de que ninguna, se habia extralimitado en nada... ¿Ustedes me entienden?

¡0h! inolvidables noches aquellas: ¡qué distintas a las de hoy en que todo es a la francesa y mucho comet ajustadisimo, figurando cinturas imposibles, que, a Dios gracias, no existen tales, pues serian contrahechos sus cuerpos que perderian asi la curvatura de las lineas, que son las bellas, según la estética! Alguien ha dicho, y dicho bien: "que las mujeres son las mayores enemigas de si mismas”.