Decia en capitulo anterior, que en lo que está bamos verdaderamente atrasados, era en materia de cementerios, y supongo que he dejado bien comprobado el hecho.
En cambio estábamos muy adelantados en punto a espectáculos teatrales, y voy a dar idea de ello haciendo funcionar mi memoria casi desde la infancia; pues mis recuerdos al respecto remontan a los años de 1824 al 1826... ¡No me digan nada!
No habia tantos ni tan variados espectáculos como ahora, verdadera aglomeración de compañas que funcionan, sin que ninguna de ellas pueda llenar cumplidamente las aspiraciones de la gente cultora del arte, sea en lo lirico, sea en lo dramático.
En aquel tiempo habia poco, pero bueno. No lo duden los admiradores del éxito callejero, que las mas veces es contraproducente.
Todavia no habia aparecido Verdi en los escenarios liricos del mundo con el romanticismo de su música bulliciosa, en que no se necesitaban artistas sino gritones, a los cuales puede aplicarse aquello del gaucho de mi cuento, que decia que