Página:Bug Jargal (1920).pdf/262

Esta página ha sido corregida

NOTA



Como los lectores tienen, por lo general, costumbre de exigir explicaciones terminantes sobre el paradero de cuantos personajes han salido a la palestra con el intento de despertar su interés, nos hemos dedicado, a fin de satisfacer su loable deseo, a las más activas pesquisas acerca de la suerte que cupo al capitán Leopoldo d’Auverney, a su sargento y a su perro. Quizá recordará el lector que su profunda tristeza dimanaba de dos causas: la muerte de Bug-Jargal, alias Pierrot, y la pérdida de su adorada María, quien no logró escapar de las llamas en el castillo de Galifet sino para perecer en breve en el primer incendio de la ciudad del Cabo. Por lo que al capitán toca, he aquí cuanto hemos averiguado:

Al próximo día de una gran batalla, ganada por los soldados de la república francesa contra el ejército europeo, se hallaba en su alojamiento el general de división M..., comandante en jefe, redactando a solas en su tienda, y con arreglo a los apuntes de la plana mayor, el parte que debía dirigirse a la Convención nacional acerca de la victoria de la víspera. Un ayudante entró a decirle