El territorio en el que se hallaba enclavada la antigua alquería de Canals fué conquistado por Jaime I en 1249, y al siguiente año lo donó a Játiva, incluyéndolo en sus términos, pero exceptuó de la donación la Torre del pueblo, separada del mismo por escasos dos kilómetros, y que siempre formó parte del territorio municipal de Canals, mas con administración propia, y el peculiar nombre de la Torre de Canals. Vuelve Canals al Patrimonio Real y erigida en Baronía es su señor don Juan Jiménez de Urrea, quien es desposeído de ella por crimen de lesa Majestad, volviendo a la Corona, pasando temporalmente, a final del XIII, al señorío de Dionisio, conde de Hungría. Pedro II de Aragón, en 1310, la dona a su mayordomo Ramón Riuxech, quien la vende a la ciudad de Játiva en 1358, fecha desde la cual son constantes las desavenencias, pleitos y litigios entre ambas poblaciones, los que continuaron hasta que Felipe III en 1639, previa indemnización pecunaria a Játiva, declaró a Canals villa libre y emancipada. Como puede observarse, la historia política y territorial de Canals es análoga a la de tantas otras villas y pueblos valencianos, sin destacar circunstancias especiales. Las particularidades que caracteriza esta Baronía territorial, es la cierta independencia que desde la conquista del Reino valenciano goza la demarcación a ella perteneciente denominada Torre de Canals.