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PRINCIPIO DE RELATIVIDAD

cias que chocan con los conceptos clásicos, algunos de los cuales, naturalmente aquellos a cuya eliminación nos resistimos más enérgicamente, pasaron ya a los fondos del conocimiento; allí donde es difícil discernir entre las nociones que nos vienen impuestas por nuestra misma organización mental, y que por ello no se hallarán nunca en conflicto con la realidad, y aquellos otros conceptos que constituyen el sedimento intelectual de la educación. Veamos algunos de estos casos de conflicto:

Naturalmente, la noción de cuerpo rígido, que era uno de los postulados que conducen al grupo de Galileo, desaparece aquí. Para establecer una correlación entre las formas de un mismo cuerpo apreciadas por un observador O' ligado a él y por otro O que no participe de su movimiento, bastará que O y O' determinen el lugar que en sus respectivos espacios ocupe el cuerpo en un instante fijo; esto es, la posición simultánea de todos sus puntos. Sin duda, como el cuerpo no se mueve relativamente a O', la condición de simultaneidad no tiene interés para él, pero para O es absolutamente indispensable. Así, pues, en el caso de que el movimiento relativo sea uniforme y rectilíneo, la correlación de las formas se obtendrá por el grupo (17, 1), imponiendo a t un valor constante.

La distancia entre dos puntos a y b situados en una paralela al eje x1 será para O' la diferencia