ferentes. Esto es, tres superficies, una de cada familia, sólo tienen un punto común: el P que definen.
Es notorio que la libertad para elegir el sistema de referencia implica la posibilidad de pasar de unos a otros; esto es, deducir los valores de las coordenadas de un punto en un sistema cuando se conocen las co. rrespondientes en otro. La forma más general de las ecuaciones de transformación que sirven para este fin es
X= E (X1, Aa» Xg) (é —=> l, 2, 3). (1)
En el caso en que los dos sistemas sean cartesianos, y suponiendo el origen O (fig. 1.*%) común, estas ecuaciones son de la forma sencilla
e 2 Xy <r 2 Xg + aX X= aX, + 2Xo + 2% p> (2) ¿= 01%, + Ag + 27 donde a; expresa el coseno del ángulo que el eje X'; forma con el X:.
Recordemos también que estos cosenos satisfacen a las condiciones
Safat =(l[=k
¡O l=k (3) l=kRk
20%, lo Ptak
que se llaman de ortogonalidad, pues indican que los Xi y los X'¿son mutuamente perpendiculares. Si se trata de sistemas cualesquiera, pero nos limita 7] FUNDACIÓN 5 JUANELO 2) TURRIANO