ficación de estos factores, así como habida cuenta de la teoría de determinantes, que conduce a
2,8%8y=4,
3) se obtiene En Go c
e (68, 2) Esta ecuación tiene una significación física interesante. Cuando se da a las ecuaciones del campo la forma (65, 3), puesto que fuera de la materia G = 0, se puede elegir la forma de las gi; de modo que a distancia infinitamente grande tengan los valores (56, 3), que corresponden a un Universo plano, o euclídeo; la curvatura que la materia determina en él puede compararse con la que producen las partículas flotantes en la superficie libre de un líquido ($ 58). El caso es otro para las (68, 1), pues siendo G 20, aunque no exista materia, dicho se está que en el infinito el Universo no puede ser plano,
ni las g;; han de tender a los valores (36, 3). Conviene salir al paso de una objeción que el lector puede formular a poco que medite sobre el punto de vista que ahora desarrollamos, comparándole con las aplicaciones de la teoría de Einstein hechas en el capítulo precedente para explicar el corrimiento del perihelio de Mercurio y la desviación de los rayos luminosos. Los valores de £;; que entonces se
=a FUNDACIÓN = fi] JUANEL O ASÍ TURRIANO
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