PRINCIPIO DB RELATIVIDAD 257
lado la existencia de una marcha sistemática en la distribución de los errores cuando se calcula la desviación correspondiente al borde solar partiendo de las diferentes estrellas observadas en Sobral, tomando en consideración su proximidad al eje o el plano del ecuador de nuestro astro central. Tal efecto, que parece real, resulta sin duda alguna del juego de un agente modificador del fenómeno, que no altera lo esencial del mismo.
Por otra parte, ¿cuál es el fundamento lógico de todas las resistencias ofrecidas contra la teoría de Einstein? ¿Es que ella supone la más ligera conmoción de cuanto se ha construido por la ciencia clásica en el terreno positivo? Evidentemente no, pues hemos visto repetidamente que, dentro de la aproxi.mación requerida por las observaciones y experiencias que trataba de explicar, se confunden ambas. Precisamente falla la ciencia clásica cuando necesita forzar sus métodos, bien por la acumulación de efectos pequeños, que es el caso de Mercurio, bien por la intervención de velocidades grandes, como en la propagación de la luz. En cambio, según se ha visto, la teoría de Einstein continúa suministrando resultados conformes con la observación.
De aquí resulta con plena evidencia que aquellos recelos mentales con que se miran las nuevas ideas hacen por una extrapolación inaceptable de la hipó 17
FUNDACIÓN