exigiría buscar otros para las variables tundamentales, poniéndonos en manifiesta contradicción con el lenguaje de la ciencia clásica, perfectamente lógico como una primera aproximación. Así, es preferible aceptar el adjetivo propio, que ya Minkowski agregó al elemento de tiempo entendido en la forma que he explicado. Con tal nomenclatura di y dz serán intervalos elementales de longitud y tiempo propios; a de le llamaré simplemente intervalo elemental.
Físicamente, la invariancia de de representa la posibilidad de realizar medidas de espacio y tiempo en lugares diferentes del Universo, eligiendo la representación material de la unidad con plena independencia de su localización e historia. Esta posibilidad en la ciencia clásica era evidente en atención al valor absoluto de las duraciones y distancias; pero con el principio restringido de relatividad pierden este carácter y pasan a ser aspectos distintos o, mejor, constituyentes heterogéneos de una realidad única: el intervalo ds. La distancia que separa los dos puntos en que se producen los sucesos que limitan este intervalo, así como la diferencia de los tiempos en que ocurren, dependen del observador que los percibe, de su posición y velocidad relativa a ellos.
Naturalmente, de no depende del conjunto de valores de las.x;, a partir de los cuales se toman los
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