nométrica V, puesto que su ecuación en el sistema de O es, como antes,
pero el nuevo eje X", no se confunde con el X,, sino que será la recta de ecuación
É as Vic? r, —= O,
de modo que formará con él un ángulo de tangente trigonométrica V/c?, mucho menor que el de f y £, en atención al enorme valor de c? = 9 < 10?, En el caso de que O' no se mueva con velocidades muy superiores a las más grandes que conoce la Mecánica, aun la celeste, dicho ángulo es tan pequeño que
escapa a nuestros medios de percepción, y con mayor motivo a la capacidad representativa del dibujo. Tomando para V 100 k.s., o sea más de tres veces la velocidad de traslación de la Tierra, la tangente del ángulo X",¡OX;, valdrá aproximadamente 10%, de modo que para lograr una separación entre X", y X, del orden del milímetro sería menester alejarse del origen 100 millones de kilómetros, o sea unos dos tercios del radio de la órbita terrestre. Aquí es notoria la perfecta equivalencia de los grupos de Galileo y de Lorentz, siempre que no salgamos del dominio de la Mecánica clásica, siquiera aquél aparezca ahora sólo como una primera aproximación a la realidad.
==] FUNDACIÓN = 59 JUANELO
ER TURRIANO