55. Para el sabio iio hay pobreza molesta ni riqueza loca.
56. El que pierda la ocasión, en vano la busca.
57. Mudables son las condiciones del tiempo 58. No se juzga bn.n de las cosas fact: blos, por sólo el discurso de buena razón; porque muchas veces suele ser la práclica diferente y aun contraria.
59. La flojedad y pereza son raíces de la mala suerte.
60. La pobreza es enemiga del entendimiento siendo forzosa, y si volunlaria, amiga.
61. Si quií-res saber quién eres, pregúntalo á tí mesmo y díte 'verdad.
62. El que deja lo que tiene por lo que espera, ó se bumilla ó desespera.
63. A servicios pasados mal se apega el galardón.
64. Palabras y ofrecimientos, aunque sean de reyes, llegan á ser obras tarde.
65. El que sirve con provecho de su amo, pida y aprovéchese á sí mesmo; porque en dejando de servir pueda dejar de pedir.
66. No se logran los servicios del criado cuando los hace al fiado.
67. Muy poco sabe del mundo el que se admira y se queja fácilmente.
68. El ambicioso, ni guarda ley, ni tiene fin ni término.
69. El avariento es inútil para sí y para los otros.
70. No hay oíieio más difícil que el reinar, ni que menos se aprenda por falta de maestros.
71. El que rige y manda, si no se aconseja se desmanda.
72. Los pareceres de los hombres son dudosos, las circunstancias de las cosa:; variables, y por esto mal seguros los ejemplos.
73. Sólo los sabios se avienen con la buena y con la mala fortuna.
74. Huye del príncipe airado y deja que el tiempo le amanse.
75. No presumas de sabio con los reyes, mas de humilde y obediente.
76. No reprendas ni adules á los príncipes, pero siendo requerido, dales consejo saludable.
77. Trata verdad y llaneza, mas con prudencia te guardas.
78. Si mezclas burlas con veras, nunca serás respetado.
79. Ed las veras seas grave con modestia, y en las burlas agudo y apacible.
80. Entre los que no conoces, no hables más de lo que pide la precisa obligación.
81. Los que piden merced sin merecerla, merecen ser despachados mal y tarde.
82. Tan grande número hay de quejosos en el mundo, como de hombres.
83. Si mereces, pide, ruega y solicita; y si no basta, importuna.
84. No pretendas las cosa> ron sobrada confianza, ni con menos de la que ps razón; perú está resuelto en lo que has de h, cer cuand i no alcances lo que deseas.
85. Mira bien los cammos por donde fueron los que acertaron, pero coteja bien las circunstancias y las condiciones de los tiempos.
86. Aprende á sufrir contrastes y á navegar con viento contrarío.
87. Humíllate á lus podenisos sin mengua ni adulación, pero todo lo que pide el debido respeto.
88. Procura estar bien con todos, pero no fies de todos.
89. Si esperas bien, aguija; y si mal, va despacio.
90. Tantas cosas cura el tiempo como daña.
91. Renegad de oficios cuya materia es la enfermedad ó la muerte.
92. Amigos son el médico y h1 cura, porque el uno entierra lo que el otro no cura.
03. La medicina es de desear, pero el médico es lie temer.
94. En la próspera fortuna seas humilde, y en la contraria, paciente.
95. Del envidioso te guardas como de enemigo.
90. Acrecienta cuanto puedas la virtud, que te levanta.
97. Al que para subir te da la mano, bésasela á cada paso.
98. No subas temeroso ni confiado, sino atentado y firme.
99. No se ha de correr tras la ocasión, sino aguardarla apercebido y cogerla.
100. No seas con los amigos porfiado ni sutil, sino verdadero y llano.
101. Ni te enojes ni te rias del que vieres puesto en cólera.
102. No busques las precedencias, ni las recibas sin comedimiento.
103. Aprende á dar á cada uno lo que le toca, y á ofrecerle algo más.
104. Disimula cuerdamente todo loque sufriere tu honor, y á no poder más, te enoja sin perturbación.
105. De los hombres maliciosos y desvergonzados huye, de los muy libres te aparta, y á los simples sufre y encamina.
106. Hay eslómagos delicados, que no pueden sufrir la verdad cruda; y otros tan llenos de malos humores, que no la pueden digerir cruda ni cocida.
107. No busques amigos dulces, que estragan la complicion; pero búscalos provechosos, aunque sean amargos.
108. Ninguno puede a.segurar su fortuna, por más hondas raíces que haya echado; pues no hay cosa tan firme que no pueda ser derribada en un monienio.
109. Toda la vida es batalla, y todo tieuipo tempestad.
110. Viva cada cual apercebido, como quien está en frontera de enemigos, y tenga el ánimo aparejado para entrambas suertes.
111. Haz pjem[ilar de tí mesmo, y mira las mudanzas del tiempo por las cosas que te han acaecido, y no te admirarás de las que, sucedieren.
112. Es tan miserable y débil nuestra viria, que un airecilo ligero basta á derribarla.
