«fué mas cosmógrafo que Cristóbal Colon i no se le pudo ocultarlo que éste descubrió». I estos son desatinos de levísima cuantía comparados con los que usa otro fraile antiguo, el firmo so padre García, en su mas famoso libro Del oríjen de los Indios, destinado a probar que los araucanos descienden de los fenicios, i los patagones de los cartagineses...
XXI
No seria completo el presente estudio si no hiciésemos memoria de la larga lucha que el sencillo i por lo mismo enérjico i espresivo nombre indíjena de nuestra patria, tuvo que sostener en los primeros años de la conquista, contra la denominacion oficial, dura i poco feliz; que pretendió imponerle Pedro de Valdivia.
Era la usanza i la vanagloria de los españoles el apropiar viejos nombres castellanos, estremeños, gallegos i otros a los lugares i naciones que descubrian en las Indias, i de aquí que haya quedado el nombre de «Nueva Granada» i el de «Venezuela,» i que Méjico poseyera oficialmente durante el coloniaje solo el de «Nueva España».
En algunos de los conquistadores tuvo ese afan por significacion, el amor al suelo natal. Pero Valdivia pretendió atribuirle solo el de una galantería subalterna.—«A toda la tierra que he descubierto i descubriré—decía a Hernando Pizarro con rela-