tierras al conquistador Francisco de Riveros en el «Rio de las Minas» (Malga-Malga), «hácia el valle de Chile,» es decir, en la direccion de Quillota i de Limache, que se consideraban como apéndices de aquel valle. En un documento de 1614, encontramos mejor precisada todavía esta circunstancia, porque un vecino de Aconcagua llamado García Carvajal, declara en un instrumento público otorgado en Santiago ante Bartolomé Maldonado, el 27 de octubre de aquel año, que «es vecino encomendero de la provincia de Chille i residente al presente en la ciudad de Santiago».
Esto, respecto de la parte superior del valle de Aconcagua.
Pero otro tanto acontecía en su parte inferior, que se estendia desde la punta de Llai-Llai basta el Pacífico. Así los frailes de San Francisco en Santiago, recordando al rei, en una carta fechada el 14 de agosto de 1666, el destierro a Quillota que el presidente Meneses impuso con injusticia al oidor Peña Salazar, dicen que «le desterró a la provincia de Chille». Igual espresion usa el fiscal Muñoz i Cuéllar en una comunicacion contemporánea de esta última i del mismo jénero [1].
- ↑ «Actas del Cabildo de Santiago.—Archivo de Bartolomé Maldonado (Notaría de San Bernardo).—Archivo de Indias—Libro manuscrito en mi poder con el título de don Francisco de Meneses.